Periféricamente a los centros del lenguaje hablado se encuentran las áreas responsables del lenguaje escrito o de la lectoescritura. Las áreas sensoriales que ven e interpretan aquello que leemos, como es el área de Déjerine, se sitúan sobre el lóbulo occipital, mientras que las áreas motoras coordinadoras del movimiento de la extremidad superior durante el proceso de escritura, como el área de Exner y la parte superior del área 40, se encuentran por encima de las áreas motoras del lenguaje hablado.
Además de todas éstas áreas específicas, el lóbulo prefrontal es un centro planificador general que interviene en las funciones del lenguaje elaborando los programas verbales.
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